¿Cuándo fue la última vez que experimentaste la bondad? Puede haber sido una palabra reflexiva, una sonrisa, un acto de generosidad, o simplemente abrir la puerta para alguien o que te la abran a ti. La belleza de la amabilidad es que ya seas el que da o el que recibe, se siente bien y los gestos no necesitan ser grandiosos para ser efectivos.
Un ejemplo de amabilidad que me viene a la mente de inmediato es el apoyo que recibí de innumerables extraños durante mi caminata de 2,800 millas desde Canadá a México a lo largo del sendero Continental Divide el verano pasado. Mi viaje fue mucho más rico gracias a las personas que me llevaron a la ciudad para reabastecerme, compraron comidas para mí e incluso me invitaron a sus casas para una ducha tibia y una cama. Estos momentos de consideración y generosidad de extraños son algunos de los recuerdos más poderosos que tengo de toda esa experiencia. Esos actos de bondad me inspiraron a seguir adelante cuando los tiempos eran difíciles y hacer mi parte para "pagar".
La bondad es una parte integral de la humanidad. De hecho, aparece como un principio básico de casi todas las religiones principales. En el judaísmo, por ejemplo, Levítico 19.18 dice: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". En el budismo, la oración Metta es un deseo de que todos los seres sean felices, seguros, pacíficos y libres. El Dalai Lama declaró: "Mi religión es simple. Mi religión es la bondad". Hay innumerables ejemplos en todas las culturas que demuestran la importancia de la bondad.
Beneficios Médicos
La amabilidad no solo se siente bien. La investigación indica que hay una miríada de beneficios para la salud para el donante, el receptor e incluso el observador. Tanto presenciar como realizar actos de bondad produce la oxitocina, a menudo conocida como la "hormona del amor". El aumento de oxitocina reduce la presión arterial y aumenta la autoestima.
Ser amable con los demás también aumenta la producción de serotonina, el neurotransmisor responsable de los sentimientos de satisfacción, bienestar y tranquilidad. Además, los actos de bondad reducen el dolor a través de la producción de endorfinas, los analgésicos naturales del cerebro. Como si todo eso fuera poco, la amabilidad también reduce la hormona del estrés. cortisol, cuya sobreproducción está asociada con una variedad de dolencias de salud.
Mayor conexión con los demás
La amabilidad aumenta la empatía, nos ayuda a relacionarnos con los demás y nos permite formar relaciones más positivas. Practicar la amabilidad tiene el poder transformador de poner patas arriba cualquier situación. Por ejemplo, si no ha logrado alcanzar una meta personal, la amabilidad le permite perdonarse a sí mismo y volver a intentarlo. En un entorno profesional, te permite ver la perspectiva de otra persona y avanzar con compasión en circunstancias difíciles.
Practicar la bondad
La amabilidad es un músculo que se fortalece con la práctica. Los invito a que lo conviertan en una parte intencional de cada día. Aquí hay algunas ideas para comenzar: practique la meditación de bondad amorosa, realice una acto de bondad al azar, haz una donación, sonríele a un extraño, llama a un ser querido, ofrece tu tiempo como voluntario, cómprale un café a alguien. Pequeños gestos pueden tener un gran impacto. Finalmente, no olvides que la bondad que se practica hacia uno mismo es tan importante como la bondad que se brinda a los demás.
El Día Mundial de la Bondad es el 13 de noviembre, por lo que es un buen momento para esforzarse por brindar bondad a los demás y a usted mismo, pero con todos estos beneficios, ¿por qué no tratar todos los días como el Día Mundial de la Bondad?
La escritora Katie Gerber es una entrenadora de salud y nutrición holística que atiende a clientes localmente en el rango frontal y en línea. En 2014, completó la certificación de Medicina herbaria para mujeres de Aviva Romm. Después de recorrer el Pacific Crest Trail en 2014 y el Colorado Trail en 2016, Katie decidió usar su medicina botánica y sus conocimientos sobre nutrición para ayudar a otros amantes de la naturaleza que buscan más energía y una mejor salud. Hizo la transición de su carrera como pastelera y se inscribió en el Instituto de Nutrición Transformacional. Ahora usa su pasión de toda la vida por la salud holística con su experiencia en las artes culinarias para ayudar a las personas a vivir vidas más saludables, en armonía con la naturaleza. Katie escribe para varias publicaciones y habla en eventos locales. Cuando no está escribiendo y trabajando con clientes, lo más probable es que la encuentres en las montañas, en el jardín o en la cocina probando recetas. Obtenga más información sobre Katie, sus artículos y sus aventuras en su sitio web.
Solo con fines educativos. Esta información no ha sido evaluada por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Esta información no pretende diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, ni vender ningún producto.
Productos Recomendados
OTRAS LECTURAS




