En solo unas pocas semanas, el calor del verano se desvanecerá y comenzará a dar paso a la belleza fresca del otoño. El drama de estas transiciones estacionales es una de las principales razones por las que me encanta vivir en el norte. No puedo imaginar un año sin hojas llameantes vívidas contra cielos grises, el impacto de la primera nevada o la emoción de ver esos primeros destellos de verde pálido en la primavera. Pero no se puede negar que estas fluctuaciones constantes en nuestro entorno pueden causar estragos en nuestros sistemas, que dependen de una homeostasis rutinaria y estrictamente controlada para mantenernos saludables y florecientes.
Es por eso que me gusta hacer un poco más por mi cuerpo durante estos tiempos de cambios estacionales. Algo que he encontrado particularmente útil (y delicioso) es cocinar caldos simples y llenos de nutrientes. Fácil de digerir y lleno de vegetales y hierbas que nutren el cuerpo y fortalecen nuestro sistemas inmunes, son maravillosamente calmantes. Los caldos también tienden a ser muy fáciles de digerir, proporcionando una fuente de nutrición fácil que requiere poco de nuestras vías digestivas, lo que le permite al cuerpo un respiro muy necesario para descansar, reparar y atender otras cosas, como protegernos de enfermedades.
Puede beber estos caldos de una taza como un té salado o convertirlos en una comida más sustanciosa agregando verduras, legumbres, cereales integrales o fideos. Algunos, como el miso, se pueden batir en un instante y los otros son fáciles de cocinar en grandes lotes y congelar para tenerlos a mano cuando los necesite. Aquí hay algunos de mis favoritos:
Caldo de jengibre y cúrcuma
Lleno de aromáticos cálidos y propiedades saludables de respuesta inflamatoria de la cúrcuma y el jengibre, este caldo es increíblemente cálido y calmante, excelente para calmar el malestar estomacal o si simplemente se siente un poco mal. Agregue arroz, lentejas y verduras para crear una comida más sustanciosa.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de ghee o aceite de coco
- Cebolla 1, picada
- 3-4 dientes de ajo, picados o pasados por una prensa de ajo
- 2 cucharadas de jengibre rallado
- 2 cucharaditas de cúrcuma en polvo
- 1 chile rojo seco o 1/4 cucharadita de cayena en polvo (opcional)
- 1 cucharadita de semillas de comino
- 1 cucharadita de semillas de cilantro
- 1 cucharadita de granos de pimienta negra
- 1 cucharadita de sal
- 6 tazas de caldo de verduras
- jugo de 1 limón o lima pequeño
Instrucciones:
- Caliente el aceite en una olla grande. Agregue la cebolla y saltee por varios minutos, hasta que comience a ablandarse, luego agregue el ajo, el jengibre, la cúrcuma y las especias.
- Cocine durante 30 segundos a un minuto más, asegurándose de que la cebolla esté bien cubierta con las especias, y luego vierta el caldo de verduras.
- Deje hervir a fuego lento, luego reduzca el fuego a bajo, cubra y cocine por 20 minutos.
- Cuele a través de un tamiz y luego guárdelo en el refrigerador por hasta 5 días, o congele por hasta 3 meses.
Caldo calmante de leche de coco
Este caldo de inspiración tailandesa se siente reconfortante y refrescante a la vez. Deslice las verduras que tenga en el caldo y cocine hasta que estén tiernas para crear una sopa deliciosa y satisfactoria. Agregue arroz o fideos para hacer un plato más sustancioso.
Ingredientes:
- 2 latas de 400 g de leche de coco
- 2 tazas de caldo de verduras
- 4 cucharadas de pasta de curry verde
- 2 dientes de ajo, picados o pasados por una prensa de ajo
- 1 chile verde o rojo, en rodajas
- 1 cucharada de jengibre fresco rallado
- 2 cucharadas de azúcar de coco
- 2 cucharadas de salsa de soja o tamari
- jugo de 2 limones
Instrucciones:
- Combine la leche de coco y el caldo de verduras en una sartén grande a fuego medio.
- Agregue la pasta de curry, el ajo, el chile y el jengibre y cocine a fuego lento.
- Cocine durante unos 15 minutos, luego apague el fuego y agregue el azúcar de coco, la salsa de soya y el jugo de lima.
- Verifique los condimentos, agregue más soya, azúcar o lima según lo dicte su gusto.
- Beba como caldo, o agregue verduras como brócoli, verduras en rodajas, champiñones picados o batatas al vapor o calabaza de invierno para crear una comida.
Caldo Miso De Sésamo Y Jengibre
Miso tiene un sabor profundo a umami que es increíblemente satisfactorio, sin mencionar que es una fuente fantástica de probióticos beneficiosos, minerales esenciales y vitaminas B. Esta receta está diseñada para hacer una taza: para esos días solo necesitas algo reconfortante y reparador y lo necesitas ahora. Como siempre, siéntase libre de agregar fideos o algunas verduras en rodajas para que sea más sustancial.
Ingredientes:
- 1 cucharada de pasta de miso (prefiero rojo, pero también blanco y amarillo)
- 1/2 - 1 cucharadita de jengibre en polvo
- 1 cucharadita de aceite de sésamo tostado
- 1 1/2 tazas de agua recién hervida
- cebolletas en rodajas para decorar (opcional)
Instrucciones:
- Coloque el miso, el jengibre y el aceite de sésamo en una taza.
- Agregue el agua recién hervida y revuelva hasta que el miso se disuelva por completo.
- Adorne con cebolletas en rodajas finas y disfrute.
La escritora Danielle Charles Davies tiene una licenciatura en ciencias herbarias de la Universidad de Bastyr y completó el programa de capacitación clínica de dos años en el Vermont Center for Integrative Herbalism en Montpelier, VT. Sus escritos han aparecido en Taproot, The Journal of the American Herbalist Guild y Kindred Magazine, entre otros. Vive en el norte de Michigan con su esposo, dos perros y ocho patos. Ella bloguea en www.bluemoonkitchen.com.
Solo con fines educativos. Esta información no ha sido evaluada por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Esta información no pretende diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, ni vender ningún producto.
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