Los tónicos de primavera verde son una tradición consagrada para fomentar la renovación suave del hígado y la vesícula biliar. Las verduras de hojas verdes, tanto silvestres como cultivadas, son algunas de las verduras más ricas en nutrientes de todas, y hablaremos sobre su nutrición y muchos otros beneficios para la salud. Este es un momento en el que hacemos la transición de la hibernación invernal al crecimiento estival.
Debido a que somos parte de la tierra y sus ciclos, es crucial alinearse con este cambio estacional apoyando la digestión y la inmunidad. Ciertos alimentos y hierbas culinarias están específicamente indicados para esta transición. Tienden a ser los que promueven la función digestiva y de eliminación, o fortalecen los sistemas inmunológico y endocrino (hormonal). En la teoría de los cinco elementos del chino tradicional (MTC), el sabor de la primavera es agrio.
El sabor agrio y el elemento de madera influyen en el hígado y la vesícula biliar. Los alimentos ácidos incluyen vinagre, chucrut (y otras verduras lactofermentadas), limón, centeno, nabos, verduras, quinua, hinojoy semillas de alcaravea. La acidez tiene un efecto astringente y consolidante en el cuerpo. Puede controlar la diarrea y el exceso de transpiración o ayudar a enfocar una mente dispersa. Los alimentos ácidos nos ayudarán a armonizar la primavera.
En la tradicional tradición india de la medicina ayurvédica, la primavera se conoce como la estación Kapha. Kapha, el elemento tierra, es pesado, está conectado a tierra y puede sentirse atascado cuando está desequilibrado. Mientras las aguas de manantial fluyen y el lodo está en todas partes, levante su cuerpo, mente y espíritu con una caminata diaria, una respiración profunda y una comida agria.
Me crié en la tradición europea/mediterránea, donde cosechábamos Diente de león verduras cada primavera para hacer una ensalada amarga y deliciosa con aceite de oliva, sal, vinagre y zanahorias ralladas. Recuerdo cuánto amaba mi abuela el vinagre. Aliñaba generosamente nuestras ensaladas con este líquido agrio. Gracias a Dios por las zanahorias para moderar los sabores agrios y amargos para lograr un efecto general armonioso.
La primavera es un momento maravilloso para participar en una meditación de alimentos mientras se cocina. Mientras picas, revuelves y hueles, trata de estar en silencio y presta atención a la alquimia de la cocina. Esta práctica, junto con la inclusión de alimentos ácidos y verduras amargas, te ayudará a sentirte más paciente, tranquilo, asertivo, flexible y alerta. Prueba estas recetas para inspirarte y armonizar tu cuerpo con el cambio de estaciones.
Cazuela de puerros, lentejas y hojas de mostaza
Necesitarás:
- 2 tazas de lentejas rojas cocidas
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 1 puerro grande
- 1/2 cucharadita de cada uno: sal marina y pimienta negra
- 1 manojo de hojas de mostaza frescas
- 1 cucharadita de cada uno: comino y cilantro en polvo
- Jugo de medio limón
- 2 cucharadas de mostaza molida a la piedra (sin sal añadida)
Instrucciones:
- Cocine 1 taza de lentejas en 5 tazas de agua hirviendo, reduciendo el fuego a medio y quitando la espuma hasta que las lentejas estén cremosas y la mayor parte del agua haya desaparecido.
- Luego, corta 1 puerro grande en rodajas.
- Caliente el aceite de oliva en una sartén y agregue los puerros.
- Reduce el calor a medio-bajo. Agregue sal, pimienta negra, cubra y cocine a fuego lento durante 5 minutos.
- Agregue hojas de mostaza.
- Cocine a fuego lento durante 10 minutos más o hasta que la mayor parte del líquido se haya cocinado fuera de las verduras.
- Mientras tanto, precaliente el horno a 375 grados.
- Engrasa un molde para pastel con aceite de oliva.
- Mezcla las lentejas cocidas con comino, cilantro y un chorrito de jugo de limón.
- Vierta la mezcla de lentejas sobre las verduras y hornee durante 40 minutos. Servir con paté de puerros y nueces.
Paté De Nueces Y Puerros
Instrucciones:
- Picar un puerro grande en medias lunas y colocar en una sartén con aceite de oliva, sal y pimienta.
- Rehogar durante 10 minutos a fuego lento.
- Agregue un chorrito de jugo de limón y apague el fuego.
- Mientras se cocina el puerro, coloque 1/2 taza de nueces en mitades/pedazos en una sartén.
- Tueste a fuego medio, revolviendo con frecuencia con una espátula, durante unos 3 minutos o hasta que las nueces estén ligeramente doradas.
- Una vez que los puerros y las nueces estén cocidos, colóquelos en un procesador de alimentos y agregue 3 cucharadas de aceite de oliva. También puede colocar todos los ingredientes en un recipiente hondo y mezclar con una licuadora de inmersión.
- Licúa a la máxima velocidad durante 2 minutos.
- Gusto por la sal.
¡Sirva y disfrute con sabrosos panes planos o como aderezo para una cazuela!
La escritora Lisa Mase es entrenadora de medicina culinaria, escritora gastronómica, traductora y herbolaria popular que vive en Vermont. Para artículos y recetas, visite a Lisa en www.cocinaarmonizada.com.
Solo con fines educativos. Esta información no ha sido evaluada por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Esta información no pretende diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, ni vender ningún producto.
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