Los pinos y otros árboles de hoja perenne han sido durante mucho tiempo símbolos de la vida eterna. Durante los fríos meses de invierno, cuando el resto de la vida vegetal está quieto, el pino brilla de color verde.
Como tal, durante mucho tiempo ha ocupado un lugar sagrado en las culturas de todo el mundo.
En América del Norte, entre los Pueblos de Río Grande, los pinos se extraían del bosque a principios del invierno y se llevaban al área de baile, uno colocado en cada una de las cuatro direcciones. Luego se celebró la Danza del Pino como ofrenda de acción de gracias y oraciones por el invierno. Una vez que se completó la ceremonia, los árboles fueron llevados al bosque o dejados a la deriva en un río.
Durante el solsticio de invierno, los Arikara traían un árbol conífero, generalmente pino o cedro, al centro de su aldea. Se ofrecieron regalos al espíritu del árbol. Se decoró con pintura y plumas y se trasladó a un pilar de piedra sagrada donde permanecería hasta la primavera.
De manera similar, en la tradición celta en Europa, el pino, el abeto y el abeto representan la vida eterna. Durante el solsticio de invierno, se colocaban regalos de frutas, telas y otras ofrendas en y sobre los árboles. Durante esta época oscura del año, la gente pedía bendiciones de renovación de vida, fertilidad y abundancia mientras hacía las ofrendas. Posteriormente, el cristianismo adoptó esta tradición, que se ha convertido en nuestra tradición actual del árbol de Navidad.
El pino también es increíblemente útil. Más allá del uso obvio de su hermosa madera, la resina de algunas especies es una valiosa fuente de trementina.
También es alimento y medicina. El pino es una de las mayores fuentes de vitamina C e históricamente se utilizó para tratar el escorbuto (Hatfield, 2004). También se usaba tradicionalmente para aliviar la tos y otros síntomas de resfriados y gripe y externamente para afecciones de la piel y para acelerar la cicatrización de heridas.
La investigación se ha centrado en el papel del pino como hierba de apoyo para las infecciones, para aliviar las condiciones inflamatorias y sus propiedades antioxidantes (Tunon et al., 1995; Kronen et al., 2004; Rauha et al., 2000). Tradicionalmente se elaboraba un té o jarabe a partir de las agujas, aunque hoy en día también se elaboran extractos a partir de la corteza de pino.
Todas las aproximadamente 115 especies de pino producen semillas comestibles o "nueces", aunque solo unas 20 especies producen semillas lo suficientemente grandes como para que valga la pena el esfuerzo. Los piñones son una excelente fuente de proteínas y tienen un alto contenido de magnesio, potasio, hierro y vitamina K. El truco es llegar a ellos antes que las ardillas. Coseche los conos sin abrir y guárdelos en una bolsa de papel hasta que suelten sus semillas.
Jarabe de pino
Ingredientes:
- 4 tazas de agua
- 1 taza de agujas de pino (también puedes usar abeto)
- 2 tazas de azúcar o miel (si usa miel, comience con 1 taza)
- ¼ a ½ taza de brandy
- 1 cucharada de bayas de saúco (opcional)
Direcciones:
- Ponga el agua a hervir en una cacerola de acero inoxidable.
- Añadir las agujas (picadas), tapar, reducir el fuego y dejar cocer a fuego lento durante treinta minutos.
- Agregue las bayas de saúco si lo desea.
- Dejar reposar de dos a tres horas.
- Colar y volver al fuego y cocinar a fuego lento hasta que el líquido se reduzca a la mitad. Retírelo del calor.
- Mide el líquido. Deberías tener alrededor de 2 tazas. Agregue la misma cantidad de azúcar y revuelva hasta que se disuelva. Si usa miel, es más dulce, por lo que querrá usar menos. Comience con la mitad de la cantidad de líquido (aproximadamente 1 taza) y luego agregue lentamente hasta alcanzar el sabor y la consistencia deseados.
- Una vez frío, agregar el brandy.
- Embotella y guarda en el refrigerador.
Tome una cucharada según sea necesario para la tos o sea creativo y utilícelo en postres de invierno.
Referencias
- Hatfield, G (2004) Enciclopedia de medicina popular: tradiciones del viejo mundo y del nuevo mundo. Editorial ABC Clio: Oxford.
- Karonen M, Hamalainen M, Nieminen R, Klika KD, Loponen J, Ovcharenko VV, Moilanen E, Pihlaja K (2004) Extractos fenólicos para la corteza de Pinus sylvestris y sus efectos sobre los Mediadores Inflamatorios Óxido Nítrico y Prostaglandina E2, Revista de Agricultura y Química de Alimentos, 52 (25), 7532-7540.
- Rauha JP, Remes S, Heinonen M, Hopia A, Kahkonen M, Kujala T, Pihlaja K, Vuorela H, Vuorela P (2000) Efectos antimicrobianos de los extractos de plantas finlandesas que contienen flavonoides y otros compuestos fenólicos. Revista Internacional de Microbiología de Alimentos, 56 (1), 3-12.
- Tunon H, Olavsdotter C, Bohlin L (1995) Evaluación de la actividad antiinflamatoria en algunas plantas medicinales suecas: inhibición de la biosíntesis de prostaglandinas y exocitosis inducida por PAF. Diario de Etnofarmacología, 48 (2), 61-76.
Erin Smith ha trabajado con plantas durante 25 años y es médica herbolaria y etnobotánica. Ella es la creadora de Plant Passionate Living, un programa interactivo diseñado para ayudar a las personas a encontrar una mayor salud y vitalidad a través de una relación más profunda con las plantas. Erin es la fundadora y directora del Centro de Estudios Botánicos Integrativos.
Solo con fines educativos. Esta información no ha sido evaluada por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Esta información no pretende diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad, ni vender ningún producto.
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